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lunes, 25 de mayo de 2015

Resistencia Pasiva



Se arrodilló frente al templo, habló en silencio y se sintió vacío de
imágenes y formas. Un jesuita se le acercó, le preguntó algo en su lengua nativa,
él exhalo un suspiro, y silbó entre sus manos un sonido de piedras.
La lluvia caía sobre sobre el abismo de la tierra colorada, como cortada por un orfebre misionero,
cientos de aves volando hacia el sur, dibujaban símbolos en la pared de la cascada.

- Oyes su canto?  Esperan su venida ellas también. ¿ Arandú no me escuchas?
 ¿ Estás rezando?  Ven con tus hermanos que están dentro de la iglesia.

El dios terrenal lo quiso levantar balbuceando sus voces más corrientes, pero no tuvo éxito.

- Las mujeres preparan la cena. ¿Por qué no me ayudas con los mimbres y las sillas ?

Algunas voces de martillo y acero se despliegan sobre el otro extremo de la misión, alrededor
de veinte artesanos del nuevo mundo forjan armas y herramientas. Pasivos resisten al dios de las espinas, están preparándose para entregar su sangre y su carne, Sueñan con el viento de sus
ancestros que vela el camino.

- La tarde llegará pronto y aún no hemos preparado el oficio
- Déjate ya de tonterías. ¿Qué ves en él? Otro tonto e ingrato indio.
-A las ovejas de mi rebaño las cuida el Señor. Yo cuido esta oveja descarriada.

El sesgo del rostro de Arandú se asemeja a una pared, no tuerce la vista ante la palabra
ni ante algún ruido repentino, está sentado esperando de por vida. A muy pocos kilómetros de
allí, los nuevos pastores del viejo mundo avanzan matando y sometiendo a los que se oponen a ser convertidos en esclavos. Unos construyen alrededor de la misión una torre de defensa, otros arman empalizadas frente al ataque inminente. Todo esto también es observado por el nativo que sentado,
no oye ni ve, tampoco habla, resiste. Sabe que los mismos que hoy rezan por ellos, mañana rezarán por otros, algunos morirán,  y otros serán esclavizados. Resisten pero al final son inofensivos.
Cuando sea de noche, la Casa Real tendrá más recursos con que financiarse.

sábado, 23 de mayo de 2015

Desde Saer




Anoche rompió el reloj, ahora se trenzó con el espejo
y miró acechando su sombra. Clavada la
mirada en el ojo de buey de la cocina,
escuchó el sonido del tren galopando sobre
los durmientes.
Eran más de las seis, nada perturba el silencio.
Recorrió uno a uno todos los sucesos que
no habrían de suceder, los hechos no
devenidos, lo ausente, la bruma que el puente
movedizo empujaba.
Tarde para ir a trabajar, por el reloj, tarde por
la sombra que derrama una pegajosa sensación.
A las cuatro no hay luz, tampoco ojos contro-
vertidos, no hay más testigos que los perros,
su mujer podría oirlo, y darse cuenta que
el vidrio que protegía el gran cuadrante en el
que los números romanos terminaban en unas
filigranas prolijas
, estaba roto y esparcido por
toda la casa.
Una vez, es eso simplemente, una única vez
en diez años, tarde es una huella, un estigma
que separa el bien del mal, que divide aguas
entre el buen puerto y el mal navegante.
Delicadas eran las marcas rojas de otro reloj,
impregnando con mal gusto un simple número,
pequeño pero rojo, chillón como diría la
patrona.
Marcas, huellas indelebles de significado
impredecible, aún así cruzó la puerta, buscó
su uniforme, se colocó el pantalón primero
con camisa al tono, tomó el arma y la calzó
con el cinturón.
Sin dudar se dirigió a la jefatura de personal
intercambió unas palabras con su jefe, salió
sin perder un segundo y caminó a paso
veloz hacia su área, encontró todo revuelto,
y su hoja de ruta no estaba.
Clavó la mirada en su compañero, lo increpó
duramente, insatisfecho aún, siguió la marcha
hacia el garage donde halló el camión de
su jefe, abrió la puerta y sacó las llaves de
los cofres que llevaba, las arrojó a metros de
allí en dirección al rio. No contento con esto,
abrió la gaveta del camión y sacó la documen-
tación del mismo, prolijamente la cortó en
pedazos pequeños y armónicos, que
diseminó sobre el montón de ceniza húmeda
que dos noches atrás había sido la hoguera
temblorosa que él mismo había encendido.

Historias Comunes

" Entre nosotros hubo un fuego intenso, un violento cruce de

emociones terminales pegando como viento a la roca hasta horadarla."

Leyendo esto del suplemento de cultura del diario, se sintió identificado,

miró a su alrededor y sólo cuando tuvo certeza que estaba sólo suspiró.

Un fuerte sentimiento oprimió su pecho, y no pudo sacárselo hasta muchas horas

después de pasado el mediodía.

Pablo pasó largos meses ocultando la pasión incontenible que le generaba  Natalia

su compañera de trabajo, para contenerla tenia una gran excusa, ella era doce años menor,

Cada vez que evitaba mirarla se obsesionaba aún más. Era capaz

de reconocer cada ondulación del pelo castaño claro de Natalia en

diferentes momentos del día. Por la mañana el pelo caía suelto y

libre, listo para enfrentar la ardua tarea de lidiar con el personal,

luego de unas horas necesitaba un paso previo por el baño para

acomodarlo con el gancho violeta que combinaba con su trajecito.

Pablo es diseñador jefe en la revista donde conoció a Natalia hace

tres años.


Qué vamos a hacer hoy, querés que salgamos con los Olteni.

-

Los llamo a ver si tienen ganas de ir a esa parrilla nueva

que inauguraron el mes pasado

-

No, no te escucho Pablo.

-
Si, voy a llamar a Mercedes para ver si salimos con ellos.

-

No, los chicos están bien hablé hace un rato.

-

Mamá los va a llevar al teatro después.

-

Chau. Beso



Natalia es Editora del la sección Salud de la revista, tiene ese cargo

desde que renunció el Dr. Zanardi que lo había ocupado durante los

últimos quince años. Natalia tiene treinta y dos años y actualmente

está separada, luego de una ruptura abrupta de su matrimonio que

duró ocho meses.



Te venís a comer un asado.

-

Todo el día estás laburando para esa revista.

-

OK. Vos sabés, es tu vida.

-

No, no te hace bien estar sola.

-

Estuve sola por veinticinco años, sé de lo que te hablo

-

Bueno hace como quieras hija, un beso.


Natalia se prepara un exprimido de naranjas y pone música, luego

de una buena noche de sexo con acompañante ocasional, siempre

amanece con ganas de escuchar música flamenca. A Bobby lo conoció

en Manhattan cuando cubrió una entrega de premios a un conocido

infectólogo al que luego entrevistó. Bobby está lejos de ser el amor

de su vida, forman una pareja con cama afuera, y en realidad nada

más que el sexo los une. Natalia necesitó desenroscarse porque

desde que su matrimonio naufragó, aprendió que nada es tan

importante como marcar los límites. Bobby es una pareja eventual

viaja seis meses al año en total y no la compromete. Natalia no está

preparada para encarar, una vida con mucha intimidad. Su matrimonio fue

su ruina, repetía en cada sesión de terapia, pasó el año siguiente a su

separación arrancando más o menos con esa frase cada sesión.

Luego la transferencia hizo trasladar esta frase hacia su terapeuta al

que acusó de indolencia e ignorancia.


No, no sabe como tratarme.

-

Juega conmigo, además ahora estoy bien ya me olvidé de Daniel

-

Y yo no quería recorrer mi vida, yo necesitaba corroborar que lo que hice

al dejarlo era lo correcto.

-

Si, vos me lo dijiste siempre Rafa.

-

Si podemos hacer algo a la tarde, damos unas vueltas al lago en bici.

-

OK nos vemos ahí en la confitería a las tres

-

Un beso

-

Si Gaby, te llevo el libro




Pablo volvió a releer la frase en el diario y se acomodó en el sillón,

por primera vez en cuarenta y cuatro años sintió que la vida se le iba.

Pensó que no conocía íntimamente a Natalia, pero tomaba apuestas

con Federico su amigo desde los once años, acerca de las prefe-

rencias y fantasías sexuales de Natalia.


Te aseguro que no le gusta hacerlo con luz, a lo sumo con velas.

-

Fijate la ropa que usa, sus anteojos de sol,  ves como saluda,

mirala con ese cuerpo no hay manera de no encandilarte si hay luz.

-

El año pasado estaba un poco más flaca, aunque para mi gusto

no le quedaba bien, no creo que sea mujer de mil  rollos,

es de las que coge y punto. Y eso a mi me gusta.

-

No, pero no tengo ganas de buscarle la vuelta a la tuerca a esta edad.

Lo demás se va dando o hay química o no la hay. Que en la primera vez

te das cuenta, y mirá ..

-

Yo con Mariana me llevo bien en la cama pero no encuentro forma de

recrear lo que nos pasaba cuando nos conocimos, ella era como

más desinhibida y a mi no me paraba nadie. Sabés quiero dejarme

llevar una vez por lo que siento. Siempre fui el deber ser,

no sé que va a pasar.

-

Creo que también a ella le pasa algo conmigo. 

-

No, a Mariana no, de Natalia te estoy hablando. 

-

Llego a la revista y la busco por todo el piso,

cuando nos encontramos, no necesitamos hablarnos

nos saludamos con una mirada y así el resto del día.

-

Es que es obvio

-

Si, nos sentimos atraídos y nunca hacemos nada.

Pero esta semana algo va a pasar.

Y si, le voy a decir que nos encontremos.

-

Ok si. Hablame el jueves y reserva cancha que me debes un set.

-

Dale. Si. Abrazo.


Natalia no fue a la revista esa semana, pidió licencia pero Pablo

no lo sabía. Se había confirmado que ella estaba embarazada,

y la duda que la carcomía era saber si el padre podía ser Bobby

o un acompañante que tuvo hace dos semanas en una fiesta

de la que se tuvo que ir con Mercedes, ya que había fumado

un poco más de lo habitual.

Pablo insistió en saber que había pasado y lamentó no haberle

pedido antes el celular. Preguntó en personal que pasaba que no

venía Natalia, dijo que tenía que decidir unos nuevos diseños

para el arte del suple y que nadie más que ella podían decidirlo.

La respuesta no se hizo esperar, la expresión en el rostro de

Pablo lo dijo todo. Era su última oportunidad y la había des-

perdiciado. Volvería a su casa a vivir su rutina a esconderse

de su mujer para que no lo encontrara disfrutando de una

novela de Henry Miller, a la que recurría en búsqueda de una

vida de aventuras que no había podido vivir.

Natalia era su Imago de mujer, temía ver en su vida el fracaso

con que lo había acusado  su novia del colegio. Repetía

incasablemente en su mente que no volvería a caer en esa

situación de hastío, y su trabajo era la única válvula de

escape.


Hable, si, no la escucho.

-

Quién, ah si Natalia.

-

Que pasó que no viniste, no, no supe nada

-

Ah, que bien te felicito ( con voz queda y entrecortada)

-

Si tengo los diseños terminados, querés que te los lleve

a tu casa, 

-

Si, no me cuesta nada.

-

Hoy te parece

-

Si decime, 

-

Cerviño 3992, si

-

Octavo .

-

Si nos vemos a las siete.


Por primera vez Pablo había tomado la iniciativa, no podía dejar

que esta ayuda del destino o del trabajo pasara desapercibida

Se fue del la revista una hora antes de lo habitual y pasó por un

shopping, compró una remera que había visto de reojo acompañan-

do a su mujer para comprar el regalo de aniversario de los Olteni,

también se detuvo en la perfumería y compró un frasco de esa

misma fragancia que le habían dado de muestra a Mariana.



Quién es.

-

Si, pasa Pablo

-

Está el encargado?

-

OK


Pasa Pablo que trajiste? que tenés en esa bolsa

No, no te puedo creer es el perfume que quería comprarme.


Pablo se acomodó en un sillón enfrentado al amplio ventanal sobre el

Zoológico, respiró profundo y se sacó los anteojos, con la mano sobre

su barba rala reflexionó esto, es ahora o la perdí para siempre.

jueves, 21 de mayo de 2015

El bien y el mal



Me veo dando vueltas y tumbos
Planeo desde el cielo
Soy una cámara que observa

Rodea mi vida su vida las vidas
y cuando todo parece derrumbarse

Un acto la rescata

Eso que no podíamos hacer
lo que no sabíamos como
la fuerza que teníamos

Allí aparece
en el medio de la tragedia

Dolor muerte aborto
destrucción enfermedad

De ahí surge
germina dentro

Quisimos ser otro, otros
ajenos a lo que nos iba destruir

Y esa oscuridad
echó luz del alma
de las almas

Y fuimos curadores
sanamos nuestra lucha
con verdad con palabra
con mucho coraje

Nunca estuvimos solos
y esa fortaleza de hoy
es la que supimos edificar

Sobre las ruinas y el polvo
de la sombra que nos asoló

Eso que somos y seremos
seguirá  transformándose

con cada contacto
con cada abrazo sonrisa 
beso mirada

y seremos lo que somos
llanto risa orgasmo dolor
plenitud y tierra.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Desnacer




Tengo miedo
me escondo me desvanezco
aparecen las oscuridades

Y regreso al principio
cuando la soledad era precisa

Aislado de todo aire
estoy inmóvil
no puedo gritar
ni puedo escaparme

Debería ser sueño
pero no

Es profundo
caigo sin fin 
el aliento se detuvo

Miré las sombras del vacio
aspiré la humedad del hueco                                                                               

y  volví a entrecerrar los ojos
no pude creer más en los sentidos
cavé por donde había grietas
buscando amor contacto
besos palabras abrazo

no pude
no encontré
soy  gotas de frio
soy  labios que no se tocaran más

soy lo que fui

final.

martes, 12 de mayo de 2015

In memoriam



Te encontré ahí, en una camilla
mitad dormido, mitad ausente

Donde quedó  aquella gambeta
donde viven los caños con que se eluden
las pesadas marcas que nos impone la vida

Existe un breve trayecto
cuando gozamos
lloramos, acabamos
sufrimos, crecemos
nos desilusionamos
volcamos
y  nos volvemos a levantar

Donde estas ahora
vos y  los que viajaron

A quien preguntarle
cómo estarás ahí

Todos vamos a llegar
con un reloj de destiempo,
a esa hora  señalada

Señalada por qué o
por quién?

Eso que se va
es tan solo una parte,
ínfima porción de vida
que no termina cuando nos vamos

Las huellas duermen y perduran
en esa risa recordada o
en el grito de un gol compartido

en cada acción tomada
en cada omisión debida

nos espera el mismo final
la trayectoria la podes dibujar
esas pinceladas son y serán
para siempre de los que quedamos


lunes, 4 de mayo de 2015

Mujeres lastimadas



Éramos muy chicos
como pensar que después de tanta búsqueda
podría fallar y equivocarme
sin lograr ver en el otro
aquello que nunca quise cerca

y temblando me estremecí
deje caer mis fantasías
hasta olvidar el fuego que me alimentaba

seca como un olvido
furiosa de impotencia

quebré mi voluntad
y aun amándote me alejé

las huellas quedaron en el cuerpo
las cicatrices me reflejan

y hoy llena de todo
plena de mí
elijo volver a mirarme
cruzar la ruta

y crecer junto a todos
para nacer otra vez
y ser alma
y ser cuerpo
ser aliento y regocijo

elijo vivir bien

puedo mirar a los ojos
sin temor y con sosiego

vibrando, viviendo

sábado, 2 de mayo de 2015

Encrucijada


Hablo de esa mirada,
la de la foto de portada,
interesante y sencilla
cruzada  por el misterio del anonimato

quiero, voy, me acerco
y sueño con que esa piel me rodea   
                                       
imagino su nombre y su trayecto
me lo dice
coincide

luego sopla el viento de su alma
sobre mi  rostro

y el azar que nos convoco
como hecho fortuito
como  magia de la vida
se adueña del tiempo

y ese recuerdo desdibujado
cobra  sentido            
para hacerme vibrar nuevamente.



viernes, 1 de mayo de 2015

Julio 77 Parte 3

Caminé por República de la India en dirección a Las Heras, tenía puesto un abrigo y llevaba los cigarrillos en el bolsillo.  Puse la pistola entre  las medias y el borceguí, no era cuestión de salir así nomás, estaba jugado y  la Plaza Italia estaba sembrada de federales no me iba  a entregar fácilmente. Bordeé el Zoológico  y aún a plena luz del día se veían circulando a los Falcon del Regimiento de Patricios que no querían dormirse, seguían peinando la zona en busca de nosotros o cualquier cosa que les resultara sospechosa. Por la zona no había detenciones a colectivos, eso se daba más en la provincia que en la Capital.  Además no se quería incomodar a los vecinos del Botánico donde también Vivian algunos de los jerarcas del proceso. No me había afeitado y mi barba tenía 3 días que no eran tiempo necesario para que fuera tupida y llamara la atención. Quedamos en encontrarnos en el café de Cramer y Monroe, ahí el Chino me iba a dar el
documento,el pasaporte y el aéreo. Yo que nunca había viajado más lejos que a Montevideo, estaba a punto de irme, no podía pensar en nada, ni siquiera había hecho la ronda de reconocimiento para evitar que el encuentro estuviera vendido, teníamos como rutina  dar dos vueltas a la manzana antes de ubicarnos en cualquier bar o pizzería, estaba todo tan podrido porque con tantos cumpas caídos, nada  nos garantizaba seguridad aunque lo intentásemos. Igualmente me senté apenas llegue, pensé en Juana, negué lo que había pasado, me dije le estamos vendiendo
fruta a los servicios, ella está escondida pero tiramos que cayó para que no la busquen más. Como si  todo funcionara así de simple, con solo desearlo y no pensar en las torturas, o en la delación. 

Julio 77 Parte 2

Esa noche casi no dormí, estaba solo. Jaime había viajado a Mar del Plata donde  tenía tareas de agitación con parte de la rama sindical. No cociné,comí unas mandarinas y escuché la radio hasta entrecerrar los ojos. Eso duró poco,al rato me volvía a despabilar, me incorporé y puse  música clásica en la radio, eso funcionó de a ratos. El reloj avanzaba muy lento 2:15 luego 2:42 y así hasta las 6 cuando me levante. Me prepare un café y mordisqueé dos bizcochos que quedaron junto al mate. Igual seguí sintiendo  mucho frio, antes de salir tome un whisky, el último me preguntaba, crucé  mi  vista al Zoológico y me detuve por un instante. Pasaron imágenes de Juana, de sus risas, de Martin,de mis viejos y mis amigos del Nacional. El cóndor estaba sentado contemplando al resto de las aves y pensé en el Sum, recordé que una vez lo tomamos para
garantizarnos el fin de semana ahí, militando, bailando, curtiendo. Los veo a
Martin y la Colo abrazados leyendo una proclama, siempre igual desde que se conocieron en el camping en Gesell. Las noches se pasaban con las guitarras y ginebra y debatiendo cual era la mejor forma de liderar a las masas hacia la revolución.

Lo que pudiste hacer

  Si de la luz depende que podamos abrir un ojo   ¿En la oscuridad con que veremos?   Fardos acomodados enfrentan el viento ...