Una señal
cruza
mi cuerpo
el espejo
atrapa
su perfume.
El azar conecta
mi mirada
con la tuya
y con la de él
hasta la
próxima estación.
Me detengo
en tu rostro,
en el baile
del que está a tu lado
en el
pedido de ayuda del necesitado
en la
indiferencia de la mayoría
por temor a
ser uno de ellos tal vez
Hojas
aisladas
como voces en
Babel
sin
intérprete.
Sonrisa contagiosa
la de la
niña ojos sabios
Un viaje
hacia algún lado
una
convivencia de segundos
que deja imágenes
nuestras
en retinas
que nos olvidarán
Así de efímero
como si ese
encontrarnos
fuese
aleatorio.
Finalmente
todo encuentro lo es
aunque se
repita
una o más
veces
estamos
vivos
tan
brevemente
que cuesta pensarlo
por eso
estoy aquí
escribiendo
esto
tratando de
recordar
ese rostro
esa sonrisa
