Corrientes del Pacífico

Puedo ver esas rocas
sembradas por toda la costa

recibiendo el arrullo
de su infatigable compañero
Océano

Me detengo,
su inmovilidad me desarticula

y pregunto

cuantos navegantes habrán despedido
cuantos capitanes se habrán encomendado
a su augurio y buen presagio

las veo
rocas
piedra sal

o serán hilos invisibles
de brújulas incandescentes

alas marea vuelo
horizontes sin fronteras
de naves proa
a puerto nuevo por descubrir.


La imágen que acompaña
corresponde a la zona de Maitencillo
en la V Región Valparaíso
pertenece al blog 
http://alojamientomaitencillo.blogspot.cl/

Frente al mar

Se podrá explorar

el canto de una gaviota

planeando el puerto,

hallar sentido a las naves

que lo abandonan,

penetrar la intimidad

de quienes permanecen

en tierra.

Podremos descubrir voces que rebotan

entre los extremos de la bahía,

algún eco reverberará

con las palabras del poeta?

Quién hubiera imaginado

su propio destino

como una línea única.

Desplegarse,

volverse alma etérea

nube frase

o aire salino

ser parte de lo que llevan

océano adentro

o simplemente

una huella infinitesimal

en la edad de nuestro planeta.

La foto que acompaña pertenece

a la ciudad de Valparaíso 

Ciudad Patrimonio de la Humanidad

Ella la mujer

Recostada, 

vencida tal vez.

Apenas respirando,

con los ojos tapados vendados.

Puede ser mujer,

institución,

madre o país.

Entregada,                        

caída entre las hojas caídas,

derrumbada,

con las fantasías vacías

o simplemente dormida,

con las ilusiones desplegadas,

con la energía que la despertará,

con la sangre ardiendo

dentro de su cuerpo motor.

Tal vez presa o rehén

de su erotismo perfumado

Pero siempre alerta

Para soñar al que la sueña

Para alentar al que la alienta

Para acurrucar al sol dentro de sus corrientes

Y cobijando

Madre dulzura

la bandera del olvidado

En una tibia espera

de siesta de minutos

Para despertar

voluptuosa y potente

crecer imagen

saborear sentido.

No creas que podrán

cauterizarla sin sanarla,

o domesticarla vendiendo sus luchas

a cambio de una lluvia de flores mustias.

Cuantos la creyeron muerta

temblaron al oír sus latidos,

porque la vida que exhiben sus poros

es la de una sabiduría forjada

por las que la antecedieron,

y dejando sus nombres,

egoísmo y salud,

señalan  otro futuro

a los que siguen.

La obra que acompaña

fue pintada por la artista 

MARILA TARABAY

más de la autora en 

http://marilatarabay.blogspot.com.ar/