El registro del tiempo es claro
y evanescente también,
las huellas del pasado aún están frescas
Mirando los edificios
veo paredes pintadas con rostros
que tuercen la vista al mar
con la mirada perdida
y sin hacerse cargo
Algo sucedió que la marea no borró
suceso, evento, lapso de locura
Mi piel recuerda el dolor
tatuado
con la humillación de negarlo
negarlo
y volver a negarlo
Luego silencio y claridad
gotas de sal
ardiendo de sol sin pausa
Ya la espuma marrón
recorre los pliegues del alma
Y el pasado-presente-futuro
se unen sin motivo aparente
en un instante
en que un torrente de materia
vuela y choca con el horizonte
El enigma se despeja
Es verdad y siempre lo fue
No lo inventé,
No lo malinterpreté
Ni lo soñé
Mi alma atormentada
ahora descansa
en cielos claros
y golpea sus huesos
hacia la costa sin quebrarse
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