Esa noche casi no dormí, estaba solo. Jaime había viajado a Mar del Plata donde tenía tareas de agitación con parte de la rama sindical. No cociné,comí
unas mandarinas y escuché la radio hasta entrecerrar los ojos. Eso duró poco,al rato me volvía a despabilar,
me incorporé y puse música clásica en la radio, eso funcionó de a ratos. El reloj
avanzaba muy lento 2:15 luego 2:42 y así hasta las 6 cuando me levante. Me prepare un café y mordisqueé dos bizcochos que quedaron junto al mate. Igual seguí sintiendo mucho frio, antes de salir tome un whisky, el
último me preguntaba, crucé mi vista al Zoológico y me detuve por un
instante. Pasaron imágenes de Juana, de sus
risas, de Martin,de mis viejos y mis amigos del Nacional. El cóndor
estaba sentado contemplando al resto de las aves y pensé en el Sum, recordé que una vez lo
tomamos para
garantizarnos el fin de semana ahí, militando, bailando, curtiendo. Los veo a
Martin y la Colo abrazados leyendo una proclama, siempre igual desde que se conocieron en el camping en Gesell. Las noches se pasaban con las guitarras y ginebra y debatiendo cual era la mejor forma de liderar a las masas hacia la revolución.
garantizarnos el fin de semana ahí, militando, bailando, curtiendo. Los veo a
Martin y la Colo abrazados leyendo una proclama, siempre igual desde que se conocieron en el camping en Gesell. Las noches se pasaban con las guitarras y ginebra y debatiendo cual era la mejor forma de liderar a las masas hacia la revolución.
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