Suenan las teclas
en blanco y negro
Son mudos intentos
de llenar el alma
que se vacían contra el muro
que nos amenaza.
Curvas de la vida,
no más que
temblores y dudas.
despegó de mí
y su hallazgo
aún toma
parte de mi existencia.
Envuelto
en una escala cromática de grises
busco sombras
para descubrir
busco aldeas
para sobrevolar
Jamás pierdo el asombro.
Volveré a verte
disfrazada de oriente
Me alimentaré
de la locura necesaria
y al sol de los vinos
ofrendaré el sentido
de haberte encontrado.
La obra que acompaña fue pintada por
Wass
en 1922 y se titula The White Dot
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