Una luz vergonzosa
va enfocando detalles
de nuestro ser
que
evitamos transitar.
Tallo roto,
murmullo ensombrecido,
qué podríamos pedirle
a las flores olvidadas?
Un despacho de colores
para brillar el alma?
Mirando detenidamente
descubrimos que nada
se puede pedir
que no podamos encontrar
en nosotros mismos.
Convergemos
como dos planos,
un derecho y un revés
que se cruzan
hoja tallo flor
perdido el asombro,
la marea cae sobre el hecho
de querernos vivos
de sabernos finitos
Otras hojas
azulan la pared
otros vientos
sofocan el deseo
y dentro de próximos eventos
escalaremos al rumbo
de la lluvia
guareciéndonos
del hecho corrosivo
de una mirada despiadada
que nos quiere construir
naturaleza muerta
Somos y seremos fuego
que el pampero sopla
para avivarnos
Somos la huella
que ilumina la Cruz del Sur
Somos el rocío sereno
que lava las heridas
Nada podrá identificarnos
con la derrota
porque de toda tierra mustia
siempre resucitarán
aquellos que diste por muertos.
La pintura que acompaña
se denomina
NO ME OLVIDES MARCHITANDO
es obra de MARILA TARABAY
más de la artista en http://marilatarabay.blogspot.com.ar/
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