Soy un tablero
de blancos y
negros
idas y vueltas
alas y rocas.
Un libro sol
iluminó algunos
casilleros,
su mirada,
mezcla de colores
y voces
su frescura,
sabor a fruta.
Probé por una vez
descansar mis
angustias,
observar mi
ansiedad
y dejarla caer,
verla correr con
el agua
que se lleva la
corriente.
Aposté a mi
costado
más autentico.
de allí salieron
canciones,
rojas hebras de ríos
subterráneos.
Ahora recorro
la armonía del
caos
Le permito al
vientre
engendrar colores.
No hay ya,
huecos tan temidos.
Abrazo la
incertidumbre,
siembro en el espíritu,
mi camino
está sediento
de nuevas
preguntas.
PAISAJE EN INTERIOR
NEMESIO ANTUNEZ
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