La ilusión
que nuestro deseo
encastra con otro,
en donde
ese fugaz de
plateado eficaz
se congela y
recrea vida…
Atravieso huellas
penetro ojos de
muchas
buceo en sus
instantes
y cuando creo
encontrar
la sombra de mi
deseo,
ella se evapora
evanescente.
Dormiré de
letargo
mis oscuridades,
me acurrucaré
tras las velas de
madrugada.
Dicen que estoy
aprendiendo
que degustando pausadamente
el sabor del
whisky permanece
pero ni el aroma
del jazmín
termina de horadar
mi confusión.
Debo resignarme
a ver lo que no
ve el resto
a querer lo que
no tiene nombre aun
a no tener un colectivo
al que pertenecer.
Alguna porción de
mi alma
tal vez pueda
recapacitar
y dejar de
perseguir
una historia que
no deja de escribir
páginas y páginas
de inciertas fojas
en una novela sin
título.
EQUILIBRIO Y FIESTA
(2015)
GUSTAVO HERRERA
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