Trepado
al borde de
la montaña
mirando los
rumores del mar
Sin otro
espejo
que el
reflejo de las nubes
Puedo
sentir
el hueco
atravesando mi piel
Allí
lejos de
todo
cerca del
alma
Aprendo día
a día
Cada
momento
me quita el
aire
Cada
instante
se evapora
Recuerdo
como era abajo
los
tréboles
entremezclados
con el pasto
Las voces
de niños
ladridos
tazas con
café humeante
Todo
siendo un
mundo
A la vez
lo esencial
convertido
en banal
Reducidos
los vínculos
a
transacciones
Los colores
a reflejos
los sabores
a esencias
y la vida a
sensaciones
Será que
desde acá
me siento
más pequeño
que nunca
más mortal
que eterno
Será que
pierdo habla
Las
palabras emigran
Medito
busco
sosiego
comprensión
Nadie aquí
entiende mi
lenguaje
Extraño a
todos
y cada uno
Aunque no
pueda verlos
puedo
sentirlos
Probablemente
me haya
equivocado
muchas
veces
Igual
seguiré intentando
descubrir
el sentido de mi vida
Sé que no habrá
forma de
olvidar el dolor que causé
Recuerdo
cada frase
atesoro cada
caricia y abrazo
A la
distancia
veo barcos
que vuelven
de pescar
Traerán
ellos respuestas?
LE DOMAINE D´ARNHEIM
(1962)
RENE MAGRITTE
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