Seco de
polvo
reviso
hojas de limonero
una voz
mira ojos de horizonte
Me levanto
luego de
perseguir quijotes
y tristezas
de colores
A veces
quisiera conmover
tu alma las
almas
se me
escapan las palabras
vuelan y me
llevan a puertos
parezco un
sedimento
de lenguas
e historia
siento que
fui hablado
por vientos
del norte
el eco en
la montaña
la uña
sobre el charango
el aire
atravesando la quena
siembro
huecos
en la piel
me reflejo
en los ojos
de los que
miran
quiero
olvidar
que un día
aquí
hubo mar
el océano
de sal lo impide
el sol
estrella sus rayos
la tierra
gira
y nosotros
desapareceremos
algún testigo
invisible
contará de
nuestra existencia
cuando
estas mismas palabras
vuelvan a
ser contadas
Sierras Cordobesas
ph: Marcelo Alvarenga
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