Navegué
universos múltiples
hoy
desembarco en una porción
de las
muchas vidas que viví
A lo lejos
una planicie
de campos florecidos
con montañas
que cortan
el
horizonte
con jirones
de piel
hendidos
por la luz
No veo más
allá de aquí
aunque
intuya
el devenir
de las aguas
tambaleantes
inconexas
Soy de los
que
aun cuesta
convencer
que el amor
no tiene sentido
que el
dolor no enseña
y que
evitar ambos
nos
convierte en androides
Abrir las
sensaciones
construir
donde vemos
transparencias
y turbulencias
donde el
día
se oscurece
con mucha luz
donde el
lenguaje construye
objetos que
no existen
Lugar donde
el sí y el no
dejan su
lugar a la incertidumbre
Quedamos
sueltos
afloja la
ansiedad
permite que
aceptemos
las
disidencias y las disrupciones
No pregunto
cuanto falta
ni siquiera
cómo te llamas
no es que
no importe
tu nombre o
el mío
importa que
al fin
nos podamos
mirar a los ojos
sin mediar
tu biología o valía
sin
considerar tu lengua o talla
tu traza
peso tribu
obsesión o adicción
Ligeros
como quien
mariposa
llega a ti
para
convencerte
que la vida
vale la pena
Aunque dure
un instante
aunque
solamente uno me lea
Aunque la
muerte nos lleve
en cada
muerte
de cada una
de las vida que vivimos
y que volvemos
a empezar.
ph: Marcelo Alvarenga
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